
Correr bien no implica tener que correr descalzo. La técnica de carrera se puede depurar corriendo con unas zapatillas tradicionales o minimalistas. Es por ese motivo que podemos encontrar gente que corre con una técnica excelente llevando cualquier tipo de calzado.
Lo que sí que ocurre es que cuando estamos aprendiendo a hacerlo bien, ya sea porque estamos empezando a correr o queremos mejorar nuestro rendimiento, hay una serie de factores externos que influyen en nuestra relación con el entorno. Es más fácil aprender a correr bien cuando no hay ninguna interferencia en esa relación, que cuando la hay.
Muchas veces el entorno es complejo para que nuestros pies puedan correr libremente y por eso calzarse con unas zapatillas puede suponer una buena elección.
Para hacerlo, simplemente con una suela que nos aisle del terreno pero que no modifique nuestro patrón de comportamiento, es suficiente.
Aprender a correr bien es imprescindible para no lesionarse y también hará que nuestro cuerpo vaya evolucionando y liberándose de ciertas tensiones que marcan el patrón de nuestro comportamiento.