Un informe ela

El documento es una consecuencia de las informaciones publicadas en otoño de 2012 que relacionaban la muerte de 18 personas con el consumo de estas bebidas.
Aunque en el documento no se especifica los síntomas exactos por los que los pacientes acudieron a urgencias durante estos cuatro años, sí que define las bebidas energéticas como un “problema de salud pública emergente” y que mucha gente desconoce el efecto físico real, ya que puede provocar insomnio, nerviosismo, dolor de cabeza, arritmias y mareos.