
Tenía muchas ganas de verlo. La propaganda que hicieron la semana anterior, me había llamado la atención. Mucha gente me había dicho: "¡¡Tienes que verlo!!". Además, salía Santi Millán, que siempre me ha caído en gracia.
Pero empezó mal. Que Gelocatil patrocinase el programa no era un buen augurio.
Y siguió regular. En la presentación de los personajes hubo un poco de todo, incluso algo de sensacionalismo, pero se podía aguantar. Era entretenido.
Pero la evidente publicidad de Asics en todo el material deportivo, lo empezó a hacer pesado. El patrocinio encubierto iba a llevar a los protagonistas a utilizar exclusivamente esas zapatillas, que anunciarían como las mejores. Pero se podría decir que era previsible.
Durante el primer programa hicieron un par de ejercicios descalzos y hablaron sobre la importancia de sentir los pies.
Por ahí apareció el gran profesional y enorme profesor Xesco Espar, al que siempre es un placer escuchar y que me hizo recordar la cantidad de gente que en 2º de carrera pedía seguir haciendo balonmano simplemente para escucharlo hablar.
Hasta que llegó el momento crucial: Vamos a elegir las zapatillas que te convienen para correr.
Entrar en la tienda de Asics de Diagonal y que Marc Roig le comentase a uno de los aspirantes a maratoniano que las zapatillas neutras de Asics eran lo más parecido a correr descalzo me hizo caerme del sofá.
Ni las apariciones de los grandes profesionales que intervenían podían remontar semejante blasfemia, así que el interés por el programa se fue diluyendo semana a semana hasta que lo dejé de ver.
No llegué al final, había chocado con "el mur".