Después de varios días disfrutando del mundial de Atletismo de Pekín, tenía ganas de hacer varias reflexiones sobre lo que se había visto y vivido durante los días que duró.
Lo primero que hice fue maravillarse por lo que hace y ha hecho hasta ahora un portento de la Naturaleza como es Usain Bolt. Realmente tiene unas cualidades físicas espectaculares y, además sabe tratar de manera muy interesante su imagen.
Pero si una imagen nos gustó especialmente en casa, fue ver cómo tras ganar su 10º oro, lo primero que hacía, incluso antes de celebrarlo, era quitarse sus zapatillas Puma. Unos pueden ver una manera de promocionar la marca que lo patrocina, llevando en la mano las zapatillas que le han hecho volar, una vez más...
Pero a nosotros nos gustó que pensase primero en su comodidad, antes que en celebrar con la pose de arquero, semejante logro.
Después vino el momento en el que fue atropellado por un cámara que debía haberse subido por primera vez a un segway, que por suerte, no tuvo consecuencias. De haber pasado algo, más de un@ habría pensado que eso le pasaba por ir descalzo.
La otra imagen Barefoot de los mundiales fue la del yemení Abdulah Al-Qwabani, de sólo 16 años, que corrió descalzo una de las series clasificatorias de los 5.000. Por supuesto, se vio como una nota de color, y se comentó en un tono bastante folclórico, pero a más de un@ le vino a la memoria aquella maratón de Roma 1960 y como Abebe Bikila la ganaba corriendo sin zapatillas.
Aunque no superó la calificación, estamos contentos de que fuese coherente con sus sensaciones y que siguiese corriendo como a él le gusta. Desde aquí todo nuestro reconocimiento y admiración. ¡¡Que pronto sean muchos más!!
